La morfina es un fármaco narcótico que se utiliza principalmente para el alivio del dolor, pero que también puede ser utilizado para el tratamiento de la tos severa. Pertenece a una familia de fármacos conocidos como opiáceos, que se producen generalmente a partir de la planta de amapola. La morfina es potencialmente adictiva y los intentos de dejar de repente de tomar el medicamento, aun cuando haya sido utilizado según las indicaciones, puede provocar síntomas de abstinencia.

A un farmacéutico alemán llamado Friedrich Wilhelm Adam Serturner se le da crédito por el descubrimiento de morfina en 1805. Aunque hoy en día existe un método conocido para producirlo sintéticamente, la droga sigue siendo producida por lo general a partir del opio, que es un producto en bruto producido a partir de las semillas de plantas de amapola. Este medicamento está disponible en varias formas, incluyendo jarabe, pastillas, inyecciones e parches de morfina. Se utiliza para el tratamiento del dolor, especialmente después de cirugía, y también se usa a veces para suprimir la tos severa.

Efectos de la morfina

Aunque la morfina se prescribe para proporcionar alivio del dolor se debe entender que no elimina el dolor. En su lugar, se distorsiona la percepción en la mente del dolor. Cuando este medicamento se introduce en el cuerpo produce varios efectos. Estos incluyen la reducción de la frecuencia respiratoria y la reducción de la frecuencia cardíaca y ralentizar la actividad del cerebro. Este narcótico no solo afecta a la forma en que la mente percibe el dolor, sino que también tiende a alterar el funcionamiento mental general de la persona y su sentido de la conciencia.

Efectos secundarios de la morfina

La morfina produce euforia, y puede tener otros efectos no deseados en el cuerpo tales como reducir el deseo sexual de una persona, alterando su ciclo menstrual, y la supresión de hambre. Otros efectos secundarios comunes de este medicamento son náuseas y estreñimiento. El consumo de morfina también presenta el riesgo de adicción. La gente tiende a desarrollar una tolerancia a la droga, lo que significa que necesitan cada vez más para satisfacer sus necesidades.

Morfina: contraindicaciones

A los que se les prescribe este medicamento narcótico suelen ser advertidos que no intenten detener repentinamente de tomarlo sin la dirección de un profesional de la medicina. Si este no sigue sus consejos lo más probable es que el individuo experimente síntomas de abstinencia. Estos incluyen diarrea, calambres abdominales y escalofríos. No todo el mundo puede tolerar la morfina. El medicamento no se recomienda para personas que han tenido reacciones alérgicas a otros medicamentos narcóticos.

Otras personas para las que el fármaco puede ser inapropiado incluyen las personas con presión arterial baja, trastornos de la respiración, o enfermedad del hígado. Las personas con antecedentes de enfermedades mentales o problemas de abuso de sustancias solo deben tomar la medicina si estos hechos se revelan totalmente a fondo debe ser considerado por un médico. Las mujeres embarazadas y las que están amamantando no se consideran candidatos adecuados a tomar este medicamento, ya que es probable que se transmite al bebé.

La morfina es una sustancia controlada en la mayoría de los países industrializados. Esto significa que la posesión de la droga se limita generalmente a los fabricantes, distribuidores y consumidores. En el caso de que otros individuos están pillados con posesión o suministro del narcótico, es probable que sean expuestos a sanciones que pueden incluir encarcelamiento.